El PET habitualmente se transforma mediante procesos de inyección-estirado-soplado con el objeto de producir "cuerpos huecos" o bien mediante procesos de termoformado si lo que se trata de producir es lámina y por lo tanto envases "planos".
En menor grado el PET también puede ser sometido a procesos de extrusión y de inyección pura requiriendo en estos casos generalmente variedades de PET modificado químicamente.
Durante los procesos más comunes indicados en el párrafo anterior, las moléculas del polímero se biorientan en dos direcciones distintas. En el caso de los envases la orientación tiene lugar según una dirección longitudinal, paralela al eje del envase, y según una dirección transversal al mismo.
Proceso de Embotellado
Es precisamente esta propiedad, conocida como biorientación, la que confiere el PET una elevada resistencia mecánica, lo que unido a su transparencia, hace que resulte un material idóneo para el envasado de productos líquidos
En el caso de los envases obtenidos por termoformado la lámina presenta una estructura reticular casi perfecta que además de su resistencia y baja permeabilidad dota al envase de una gran transparencia.
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